Un viaje

Un viaje

Estamos en 1519 me estoy preparando para mi primer viaje, no un viaje cualquiera, va a ser el mayor viaje de todos los tiempos, la primera vuelta al mundo con mis mejores amigos en el mayor y el mejor barco de Europa.

Ha llegado el día de partida, 10 de agosto. Nos vamos a encontrar todos en el puerto à las 9 de la mañana. Nuestro recorrido será el siguiente:

Llegamos al puerto, ya estaban allí todos,

he conocido al capitán, Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano que era el que estaba en el mando de la expedición.

Éramos cinco naos, llamadas Trinidad, San Antonio, Concepción,Victoria y Santiago. Salimos en dirección a Sevilla, Sanlúcar de Barrameda, llegamos días distintos pues las naves salieron en diferentes momentos, cuando llegamos nos reunimos en Sanlúcar de Barrameda, donde permanecimos hasta el 20 de septiembre.

El 20 de septiembre partimos para Tenerife que llegamos el 26 de septiembre donde quedamos durante 4 días.

El 30 de septiembre partimos en dirección a la Bahía de Sepetiba (entre Río de Janeiro y São Paulo), llegamos el 13 de diciembre, esta travesía fue muy larga, tardamos 75 días, me acuerdo que uno de los primeros días me levanto con el alboroto de los marineros, que se quejaban de que seguíamos la ruta de los portugueses, pudiendo nos encontrarnos con ellos, esto provocó una gran desconfianza por parte de los marineros sobre Magallanes ya que él era portugués.

Salimos el 27 de diciembre de 1519 y llegamos a Río de la Plata el 11 de enero de 1520, tardamos 15 días en llegar, en este viaje costeamos hacia el sur hasta llegar, al llegar inspeccionamos cuidadosamente durante 22 días el lugar pues habían muchos índios. El vigésimo segundo día los indios nos descubrieron y nos atacaron, nosotros resistimos, pero eran tantos que acabamos por tener que huir, algunos murieron y en ese momento solo teníamos cuatro naves, me acabaron por contar que me había desmayado y me había quedado inconsciente durante algunos meses.

Enquanto estaba desmayado pasaron por Puerto de San Julián, Puerto Santa Cruz y la Isla de los Ladrones (Isla de Guam), después de esta llegamos a la Isla de Homonhon, Filipinas cuando llegamos los indios nos recibieron muy bien y aprovechamos para descansar y recuperar de enfermedades, en ese momento fue cuando me desperté.

Llegamos el 16 de marzo de 1521 y estuvimos en Homonhon durante 9 días.

Salimos el 25 de marzo y llegamos el 28 de marzo a la Isla de Mazava, Filipinas, conocemos al rey local, con el que establecemos lazos y se ofreció para guiarnos hasta Cebú.

El 4 de abril salimos de Mazaba y llegamos el 7 de abril a Cebú, Filipinas. Llegamos con artillería a modo de saludo y Magallanes se va ganando la confianza del rey local.

El rey de la vecina población de Mactán nos desafía, ante lo cual Magallanes acude con pocos hombres allí, pero al desembarcar en la playa de Mactán son sorprendidos por miles de guerreros indios que le estaban esperando, Magallanes intenta proteger a sus hombres, siendo alcanzado por una lanza y cae allí muerto junto con otros siete compañeros.

El rey de Cebú, traiciona a los expedicionarios al invitarlos a una supuesta comida de desagravio para reforzar lazos tras la muerte de Magallanes. Todos sospechan de una posible emboscada, pero aun así muchos mandos asisten. Pero durante el rey los distrae entran en la sala miles de guerreros y los matan. Después esos guerreros salen a la playa para matarnos, que acabamos por huir.

Hicimos todo el resto de la navegación pensando que nosotros compañeros no habían muerto.

Pasamos por Isla de Bohol, Panglao, Mindanao, Isla de Kagayan, Isla de Palawan, Brunei, Isla de Joló, Islas Célebes septentrionales, Islas Molucas, Isla de Timor, Islas de Cabo Verde, Sanlúcar de Barrameda hasta Sevilla.

Llegamos a Sevilla el 8 de septiembre de 1522. Al llegar al puerto de Sevilla, teníamos una promesa hecha a la Virgen durante una tempestad que casi terminaba con nosotros en cuanto viajabamos a Timor y pidimos cirios. Así que bajamos en modo de procesión hasta la iglesia de Nuestra Señora de la Victoria, en Triana, para dar gracias a la Virgen.