29 de noviembre de
1520
Pasados unos meses ya no teníamos nada, la comida
se había terminado, todos los hombres estaban flacos, no teníamos qué comer,
tres marineros
se habían ya muerto, la única cosa que me mantenía distraído
de esta hambre , era mi diario. Empecé a
escribirlo hace 3 meses, donde habló de todo lo que me ocurre en este viaje. En
este momento me encuentro sentado, en la parte superior de este barco, en este
último mes, estamos pasando el Pacífico, una de las partes más calmas del
viaje, pero, el único problema es que no paramos en ningún lado, no hay sitio,
parece que nos encontramos en un mundo distinto, donde todos los continentes se
han desaparecido y la única cosa que hay es el mar, nuestras brújulas están
completamente desregularizadas, miro cada hora, y nunca está normal, todos nos
estamos quedando cada día más locos, no tenemos que comer y no sabemos dónde
estamos, yo, empiezo a pensar que entramos en un lugar, en un agujero sin fin
donde nuestros navíos navegan sin fin, donde no hay tierra, el otro día Miguel,
mi marinero más inteligente de este navío, me dijo así:
-Magallanes, en todos mis viajes nunca me pasó
nada igual, cada día que me despierto me quedo mas loco, no se que me pasa, hay
voces en mi cabeza, hay mujeres con voces suaves llamando por mi.
Yo, con este comentario me quedé un poco
asustado, porque realmente también tengo ese tipo de escenas que pasan por mi
cabeza. El otro día estábamos todos comiendo e de repente uno de mis marineros
salta del navío hablando sólo, diciendo:
-!Espera!, voy contigo mi princesa.
Por la noche yo oigo algunas voces suaves de
mujer, y en este momento estoy realmente pensando en la posibilidad de estar en
un agujero en el medio de la tierra, con mujeres locas llamando por nosotros,
el diablo queriendo nuestra muerte.
30 de noviembre de 1520
Escribo aquí en puras lágrimas, hoy día 30 de
noviembre de 1520, mitad de mis mejores marineros se han muerto, es realmente
lo que yo pensaba, estamos todos siendo llevados para la muerte, estamos todos
oyendo voces, estamos muriendo uno por uno, por una extraña voz que nos está
poniendo locos a todos de estos navíos, yo sé que el diablo mandó a estas
mujeres para matar a todos, porque no consigue aceptar que hagamos algo bueno
por la sociedad, bien que el padre me dijo que si el diablo no está a gusto con
los buenos, los matará y los enviará para el infierno.
Siempre me han preguntado, por qué escribo este
diario en el medio de un viaje con tanta importancia como este, y yo, siempre
les respondí:
– Si ocurre
algo malo, este diario va a servir para entender el porqué de nuestras
dificultades en conseguir llevar a cabo este viaje.
Y ahora, en este momento yo pienso que realmente
va a servir para que las personas entendidas él porque, el porque de no
conseguir.
Tengo miedo, miedo de lo que me va a ocurrir,
miedo de ser llevado por el diablo, miedo de ser llevado por aquellas voces tan
suaves pero al mismo tiempo tan malas, que pasan en mi cabeza, todas las horas
del día. Hoy probablemente fue el peor día de todos las voces no paran, no
conseguimos dormir, descansar.
La comida que antes era la mayor de nuestras
preocupaciones ahora es lo menos.
Mi vida no durará mucho más, las voces aumentan
cada día tengo miedo de partir, de no completar mi jornada en esta tierra, mi
misión, si no existe nada más en este simple diario, está es la razón de mi
muerte, estas voces, ahora me despido, hasta breve, espero.
( estas fueron las últimas cosas escritas en el
diario, gracias a estas palabras conseguimos entender que debería ser la razón
de su muerte pero en realidad ellos consiguieron llevar a una isla, donde
pidieron por comida, pero los indígenas les rechazaron, y mataron a Magallanes
por su insistencia él fue atingido por una flecha indígena e se murió.)
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