miércoles, 27 de febrero de 2019

La Isla de la Salvación


20 de noviembre de 1520

Mañana saldremos del puerto rumbo a Asia, todos estamos listos para este viaje que durará bastante tiempo. Aun así, llevamos los recursos necesarios, comida
y agua, para aguantar todo ese tiempo.
Todos mis compañeros han aprovechado la ocasión, ahora que estamos en tierra, y han enviado cartas a sus familias. Yo en cambio, decidí embarcarme en este  viaje principalmente por no tener a nadie. Esa es la forma más fácil de hacer algo, no tener nada que te obligue a seguir luchando, tenerte sólo a ti mismo. Por eso no me preocupa esta travesía, ni tampoco ninguna otra.       

14 de enero de 1521

Nuestra situación va de mal en peor. No quedamos ni la mitad de la tripulación con la que habíamos empezado el viaje en Sevilla y la ilusión que teníamos todos por emprender esta aventura se nos acabó a los pocos meses de embarcar, principalmente cuando nos dimos cuenta de la duración del viaje desde el estrecho de Todos los Santos hasta algún punto en el Océano Pacífico.
Decidir embarcar en un viaje alrededor del mundo fue muy fácil para todos nosotros. Queríamos vivir una aventura pero la verdad es que, al vernos en situaciones difíciles como esta, la alegría desaparece demasiado rápido.
Después de casi medio año en este barco puedo decir que me estoy volviendo loco.  Llevamos dos meses y medio navegando sin encontrar tierra firme en la que nos podamos abastecer de recursos. La escasez de comida es inimaginable, el escorbuto mata a decenas de mis compañeros cada semana y todos rezamos para que el siguiente cuerpo que sea tirado a la mar no sea el nuestro.          

16 de enero de 1521

Seguimos navegando sin haber llegado a ninguna tierra en la que descansar y buscar comida. La desesperación es tanta que se puede sentir en el aire. Además de todo lo que estamos pasando, el capitán sigue al frente del barco pero dudo que lo haga durante mucho más tiempo. Me parece haber oído, hoy, en la cubierta, a algunos de mis compañeros planeando un motín contra nuestro capitán. En ese momento me di cuenta de que no quedaba esperanza para ninguno de nosotros, sin comida ni agua acabaremos por morirnos hagamos lo que hagamos.

5 de marzo de 1521

Finalmente hemos visto tierra, todavía está lejos y nos quedan algunas horas de viaje. El mar parece estar más calmo y el clima es húmedo y caliente. Además, la isla parece ser bastante grande y frondosa por lo que seguramente habrá agua dulce y comida. Todos esperamos que no haya demasiados peligros en ella. Finalmente terminará nuestra angustia.


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