lunes, 24 de noviembre de 2014

Los microcréditos (artículo de opinión)

LOS MICROCRÉDITOS: ¿HERRAMIENTA O ESTORBO?

Los microcréditos son pequeños préstamos concedidos a personas económicamente pobres que no pueden solicitar un préstamo bancario tradicional. Ahora bien, ¿realmente ayudan a la población más necesitada? Esa es una pregunta muy corriente en distintos bancos en los cuales se plantean la idea de instaurar estos préstamos, pero Muhammad Yunus lo tiene muy claro. Él fue el impulsor y desarrollador de esta nueva herramienta y está muy seguro de que es de gran ayuda. Los microcréditos son frecuentemente descritos como una herramienta de enorme potencial en la ayuda para la erradicación de la pobreza.

Según sus creadores, los microcréditos apoyan el espíritu emprendedor, o la necesidad de emprender cómo única salida, alivian la pobreza, fortalecen a la mujer (mejorando así comunidades enteras) etc. Durante el año 2009, 74 millones de personas fueron beneficiadas por los microcréditos. Aun así, también se dice que NO tienen ningún impacto positivo en las relaciones de género, que NO alivian la pobreza y que muchas veces conducen a la “deuda trampa” y constituyen una privatización del bienestar.

En mi opinión, no siempre todo es tan bonito como parece. No creo que con  los microcréditos todo salga a pedir de boca, ya que si en los créditos corrientes no es así, no quiero ni imaginar cómo le deben tomar el pelo a gente analfabeta y pobre.
Yo creo que estos conceptos están bien ideados, pero puede que no para ser inculcados en la comunidad actual. Cuándo se crean este tipo de ayudas se tendrían que tener en cuenta todos los aspectos de nuestra sociedad. Me explico, creo que las personas que los idean son seres muy capaces y sensibles. Ya que para inventarse eso se necesitan muchas horas de pensar y saber empatizar con la gente más necesitada, pero a veces se intenta arreglar la pirámide por abajo cuando también se derrumba por arriba. Es decir no se tienen en cuenta las injusticias bancarias e intentan ayudar al mundo en desarrollo sin darse cuenta que alguien puede girar su ideología y que deje de ser así tan beneficiosa.

Los microcréditos a menudo no tienen efecto alguno en los gastos de la unidad familiar, ni la educación ni tampoco la salud. En cambio el número de negocios aumenta en 1/3 en comparación al grupo de control.
El banco mundial estima que existen unas 7000 instituciones financieras que ayudan a más de 16 millones de pobres en países en desarrollo, es decir que el concepto funciona bien en diversos casos, pero comparto la opinión del catedrático de la universidad de Yale, Dean Karlan cuándo dice que:

“Pese a que el microcrédito genera beneficios, no es la panacea que estaba destinado a ser.”

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