LOS MICROCRÉDITOS: ¿HERRAMIENTA O ESTORBO?
Los microcréditos son pequeños préstamos
concedidos a personas económicamente pobres que no pueden solicitar un préstamo
bancario tradicional. Ahora bien, ¿realmente ayudan a la población más
necesitada? Esa es una pregunta muy corriente en distintos bancos en los cuales
se plantean la idea de instaurar estos préstamos, pero Muhammad Yunus lo tiene
muy claro. Él fue el impulsor y desarrollador de esta nueva herramienta y está
muy seguro de que es de gran ayuda. Los microcréditos son frecuentemente
descritos como una herramienta de enorme potencial en la ayuda para la
erradicación de la pobreza.
Según sus creadores, los
microcréditos apoyan el espíritu emprendedor, o la necesidad de emprender cómo
única salida, alivian la pobreza, fortalecen a la mujer (mejorando así
comunidades enteras) etc. Durante el año 2009, 74 millones de personas fueron
beneficiadas por los microcréditos. Aun así, también se dice que NO tienen ningún
impacto positivo en las relaciones de género, que NO alivian la pobreza y que muchas
veces conducen a la “deuda trampa” y constituyen una privatización del bienestar.
En mi opinión, no siempre todo es
tan bonito como parece. No creo que con los microcréditos todo salga a pedir de boca,
ya que si en los créditos corrientes no es así, no quiero ni imaginar cómo le
deben tomar el pelo a gente analfabeta y pobre.
Yo creo que estos conceptos están
bien ideados, pero puede que no para ser inculcados en la comunidad actual.
Cuándo se crean este tipo de ayudas se tendrían que tener en cuenta todos los
aspectos de nuestra sociedad. Me explico, creo que las personas que los idean
son seres muy capaces y sensibles. Ya que para inventarse eso se necesitan
muchas horas de pensar y saber empatizar con la gente más necesitada, pero a
veces se intenta arreglar la pirámide por abajo cuando también se derrumba por
arriba. Es decir no se tienen en cuenta las injusticias bancarias e intentan
ayudar al mundo en desarrollo sin darse cuenta que alguien puede girar su ideología
y que deje de ser así tan beneficiosa.
Los microcréditos a menudo no
tienen efecto alguno en los gastos de la unidad familiar, ni la educación ni
tampoco la salud. En cambio el número de negocios aumenta en 1/3 en comparación
al grupo de control.
El banco mundial estima que
existen unas 7000 instituciones financieras que ayudan a más de 16 millones de
pobres en países en desarrollo, es decir que el concepto funciona bien en
diversos casos, pero comparto la opinión del catedrático de la universidad de
Yale, Dean Karlan cuándo dice que:
“Pese a que el microcrédito
genera beneficios, no es la panacea que estaba destinado a ser.”
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